En el momento que escribo esta primera parte de la reseña, lleva menos de 40 horas de vida la nueva expansión de World of Warcraft, y han sido horas muy largas.
Las primeras dos o tres horas de cuando liberaron la expansión, fueron menos productivas en cuanto a actividad in-game que cuando era un novato nivel uno en Northsire. Aún siendo un jugador experimentado con 4 expansiones bajo el cinturón, las cosas andaban tan mal que era difícil saber que pasaba.
Desde desconexiones masivas como el screenshot que tenemos arriba.. hasta misiones donde había que dar click a un árbol donde otras cuatrocientas personas querían hacer lo mismo pero solo una a la vez puede... situación que los europeos solucionaron de una manera muy elegante y civilizada que fue haciendo cola.
Esta situación es una combinación entre un ataque DDoS (ataque de denegación de servicio distribuido) y que al parecer Blizzard se le olvido el launch de Burning Crusade donde pasaba lo mismo que ahora que tenemos a la mayoría de población completa de un servidor pasando por una misma zona al mismo tiempo, todos queriendo hacer lo mismo. En el lanzamiento de Mists of Pandaria hubo una situación parecida con el incidente de los helicópteros, pero nada que ver con lo que estamos viendo hoy.
Ahora estoy en fila de espera para entrar al servidor, detrás de 1700 personas y con un estimado de tiempo de 100 minutos para poder jugar… Por favor lean eso de nuevo… SI… voy a esperar más de una hora para jugar. Se preguntarán ¿Por qué?
Pues porque lo poco que pude jugar entre desconexiones y demás fallas fue algo que no veía desde las misiones de las zonas de inicio de Wrath of The Lich King. La historia te atrapa y el flujo de misiones te lleva tan fácilmente de una a otra, que sin darte cuenta pasaron 3 horas y no te has parado ni al baño.
En cuanto liberaron la expansión lo primero que hice después de cruzar el portal fue entrar a un dungeon. Y aunque mi gear no era lo mejor hicimos pedazos el lugar en menos de 10 minutos. Espero que las versiones heroicas sean MUCHO mas difíciles, ya que eso si se sintió un poco anticlimático. El diseño del lugar y de los bosses están demasiado bien hechos como para que sea una experiencia taaan gris for la poca dificultad.
En fin, el verdadero juego empieza en nivel 100 por lo que iremos publicando más de esta reseña.
Los vemos en Azeroth!