Stray Review: El simulador gatuno que está rompiendo internet
Stray Review: El simulador gatuno que está rompiendo internet
Desde su anuncio por allá en el 2020 Stray dejo a propios y extraños interesados en su propuesta ¿y como no? Una aventura que no contenta con ser Él simulador gatuno definitivo, este nos cuenta una historia cyberpunk apocaliptica de lo más intrigante. ¿Logró hacerlo bien? Vaya que sí.
Llega un momento en que por mucho que nos guste un genero o saga esta se vuelve terriblemente repetitiva, pues entre entrega tras entrega comenzamos a notar los patrones de los desarrolladores cosa que termina significando un estancamiento en la industria pues las propuestas más ambiciosas y arriesgadas terminan siendo ignoradas por un mercado ya saturado de los mismos lanzamientos de siempre. Si bien esto ha venido siendo un problema en la industria general, pensamos que 2022 ha sido un buen año para los más innovadores pues además de los incontables lanzamientos que hemos venidos mencionado recientemente, contamos con el más reciente Stray, una aventura para nada convencional que ha recibido toda la atención tanto del gran público como de las distribuidoras.
En un mundo futurista distópico donde hay más preguntas que respuestas un pequeño gato perdido deberá abrirse paso para encontrar a su familia en una ciudad donde la humanidad brilla por su ausencia y donde en cambio, vive una sociedad de robots antro mórficos. Esa es la premisa de Pray en terminos generales, donde la respuesta a todas las interrogantes las iremos descubriendo en un juego que sabe como usar su narrativa de una manera no vista recientemente.
El simulador gatuno definitivo
Stray fundamenta su propuesta principalmente en un apartado que ningún otro juego había intentado, uno en que nuestro protagonista es un gato y un apartado que a su vez su estudio desarrollador BlueTwelve, se tomo bastante enserio partiendo de animaciones, diseños y acciones hechas a mano para resultados lo más apegados a la realidad ¡Y vaya que se nota el esfuerzo! Todo el apartado de nuestro pequeño felino sin nombre se siente de la mayor calidad posible, desde la sensación realista que emana con su variedad de interacciones con el torno como a la existencia de mecánicas como dormir, jugar y maullar que a pesar de no ser necesarias ni relevantes para la narrativa son elementos que le dotan vida y personalidad a la aventura y a una escala todavía mayor debido a lo bien hecha que están implementadas.
La libertad que ofrece Stray respecto a su control es de lo más interesante pues, donde diferentes mecánicas en otros juegos son añadidas para que pases por ellas de manera obligatoria en esta aventura en cambio lo deja totalmente a la discreción del jugador si interactúa con estas (o no) y dejarte perder (o por qué no) enamorarte de nuestro protagonista con su diseño tan realista.
Un punto positivo que también resalta en esta aventura es que más allá de ciertos elementos de ciencia ficción, la jugabilidad se centra en acciones que un gato ordinario realizaría como usar las patas para interactuar, trepar o luchar con sus garras los cuales están magníficamente implementados para la gran variedad de mecánicas con las cuales Stray se atreve a experimentar. mecánicas que van desde resolver puzzles de ingenio/físicas, sigilo, exploración, combate, plataformas ¡Y unos cuantos más! Pero a su vez queremos hacer énfasis respecto a sus físicas pues…
A pesar de tratarse de un juego indie de un estudio novato (su primer juego) cuentan con uno de los sistemas de físicas mejor llevados a la fecha ya sea para cumplir con puzzles de mover ciertos objetos del entorno o sencillamente apreciar como el paisaje cambia de acuerdo al impacto de nuestro pequeño protagonista la chocar con decorados ¡Pero va todavía más allá! Pues a su vez se trata de un sistema que involucra a todo el escenario donde a cada paso como jugadores podemos sentir el peso real de nosotros frente a los demás personajes en pantalla. Aunque eso sí, ya que como es costumbre cuando las físicas buscan ir más allá, los bugs de este apartado suelen aparecer más seguido siendo lo más afectado objetos claves para la trama que desaparecen que más de una vez nos obligaron a cargar partida.
Una tierna envoltura de una amenaza muy presente
Si bien ya estábamos al tanto desde su anuncio que Stray tendría una narrativa que apostaba ir más allá del “simulador gatuno” por su estética Ciberpunk (Critica por naturaleza) no estamos exagerando que nos tomó por sorpresa lo profundo de sus interrogantes, unas que están ahí para que los más metidos de lleno las encuentren sin obligar a los que solo quieren ser un gato pero que en líneas generales sigue transmitiendo criticas tanto a la situación de los animales de compañía abandonados como al destino de una sociedad que perdió su humanidad en la búsqueda del desarrollo, una que irónicamente fue habitada por androides que derrochan personalidad.
Más allá de la narrativa propiamente dicha que Stray nos cuenta, este sabe como usar todos los elementos a su disposición para reforzárnosla más donde en la superficie paisajes saturados de colores neón opacan a una gris naturaleza (Paisajes que por cierto quedan de 10 sin necesidad de un modo foto integrado) y donde melodías ligeras le dan música a los discretos pasos de sus habitantes. Tanto el ambiente como la estética de toda la aventura son de los puntos más fuertes de Stray y lo son todavía más cuando recordamos que se trata de una obra de un estudio pequeño.
Un mundo ¿abierto? a la exploración
Aunque pueda parecer raro, Stray no es un mundo abierto propiamente dicho y le queda de maravilla donde durante gran parte de la aventura resulta bastante explicita en los caminos que debemos tomar y donde en otras abrirán pequeños espacios para una exploración un poco más libre, cosa que a pesar de resultar contra intuitivo termina haciendo que se enfoque la experiencia en lo realmente importante y no en un contenido que además de costar todavía más horas de desarrollo solo el grupo de fans más dedicados podría aprovechar.
Stray es una joya del año. Una aventura que no solo se arriesga a contar una historia bajo sus propios términos, si no que lo hace de una manera ejemplar en cada uno de sus apartados sin necesidad de estancarse en un genero. Si bien nos hubiese gustado ver más de ciertos puzzles con más frecuencia durante la aventura, entendemos que esa decisión fue a drede para darle una mayor relevancia a lo fugaz de la travesía de nuestro pequeño protagonista y su acompañante robótico. Stray se trata de un conjunto de mecánicas breves que sirven para contar una historia como llevábamos tiempo sin ver, y para casi todos los gustos, convirtiéndolo en una apuesta segura para todo tipo de jugador.
Puedes disfrutar de esta breve pero interesante aventura en las siguientes plataformas:
PlayStation 4 y 5 - En las consolas de Sony lo puedes jugar gratuitamente si tienes subscripción de PlayStation Plus
Microsoft Windows